El hombre es libre cuando nada teme ni nada desea.
El hombre honesto no teme la luz ni la oscuridad.
El hombre que nada teme es tan fuerte como el que es temido por todo el mundo.
El hombre que no teme a las verdades, nada debe temer a las mentiras.
No es verdaderamente valiente aquel hombre que teme ya parecer, ya ser, cuando le cuadra, cobarde.
Tal como un hombre inteligente no teme parecerle tonto a otro hombre inteligente, el hombre elegante no tendrá miedo de que su elegancia pase inadvertida al gran señor, sino al patán. Las tres cuartas partes de los alardes de ingenio y mentiras vanidosas que los hombres han prodigado, rebajándose, desde que el mundo es mundo, iban dirigidas a inferiores.
Teme al hombre de un solo libro.
El hombre en su esencia no debe ser esclavo, ni de sí mismo, ni de los otros, sino un amante. Su único fin está en el amor.
En realidad vivir como hombre significa elegir un blanco -honor, gloria, riqueza, cultura- y apuntar hacia él con toda la conducta, pues no ordenar la vida a un fin es señal de gran necedad.
La esperanza es el sueño del hombre despierto.
"Un hombre" asi se registra en la posada. En una noche fría.
. . . Todo hombre está obligado a honrar con su conducta privada, tanto como con la pública, a su patria.
A cada edad de un hombre, el señor le da sus propias inquietudes.
A cualquier mujer le gustaría ser fiel. Lo difícil es hallar el hombre a quien serle fiel.
A excepción del hombre, ningún ser se maravilla de su propia existencia.
A hombre de dos caras, rayo que lo parta.
A la proporción, semejanza, unión e identidad del infinito no te acercas más siendo hombre que siendo hormiga.
A la sombra de un hombre célebre hay siempre una mujer que sufre.
A los veinte años un hombre es un pavo real; a los treinta, un león; a los cuarenta, un camello; a los cincuenta, una serpiente; a los sesenta, un perro; a los setenta, un mono; a los ochenta, nada.
A ningún hombre debe obligársele a hacer el trabajo que puede hacer una máquina.
A quien teme preguntar, le avergüenza aprender.
A todo hombre le es concedido conocerse a sí mismo y meditar sabiamente.
A un hombre se le da la opción de amar a las mujeres o comprenderlas.
A un hombre sólo le pido tres cosas: que sea guapo, implacable y estúpido.
A una colectividad se le engaña siempre mejor que a un hombre.