El intelectual para quien la definición sustituye a la comprensión, es despreciable.
El único límite para nuestra comprensión del mañana serán nuestras dudas del presente.
Gracias a nuestra ignorancia, que no a nuestros conocimientos, vamos seguros por la vida.
La adulación es una moneda falsa que tiene curso gracias sólo a nuestra vanidad.