Así como la demasiada autoridad corrompe a los reyes, así el lujo emponzoña toda una nación.
El crimen en plena gloria consolida la autoridad por el miedo sagrado que inspira.
La autoridad de la moda es tal, que nos obliga a ser ridículos para no parecerlo.
Nuestro ejército, por la magnitud de su lucha, constituye una autoridad moral continental.