La familia proporciona unos valores que quedan para toda tu vida. Una familia unida y llena de amor es un lujo difícil de conseguir.
Nada mejor en la vida, que una familia unida.
Una familia unida come del mismo plato.
Aunque tengas una familia numerosa, otórgate un territorio personal donde nadie pueda entrar sin tu permiso.
Ceder a un vicio cuesta más que mantener una familia.
Cuando tienes una familia que te deja que te expreses como eres, es lo mejor que te puede dar la vida.
El diluvio universal fué un fracaso: quedó una familia viva.
El futuro depende, en gran parte, de la familia, lleva consigo el porvenir mismo de la sociedad; su papel especialísimo es el de contribuir eficazmente a un futuro de paz.
El hombre es un animal no social, sino cordial, y la familia es la forma menos imperfecta de la cordialidad humana.
El hombre no se siente completo sólo con una familia, es el trabajo lo que nos da nuestra identidad.
El matrimonio y la familia cristiana edifican la Iglesia. Los hijos son fruto precioso del matrimonio.
El mejor automovilista es aquel que conduce con imaginación... imagina que su familia va con él en el auto.
El que es bueno en la familia es también un buen ciudadano.
El vínculo que te une a tu verdadera familia no es el de la sangre, es el del respeto y la alegría que tú sientes por las vidas de ellos, y ellos por la tuya. Muy raramente los miembros de una familia crecen bajo el mismo techo.
El vínculo que une a tu auténtica familia no es de sangre, sino de respeto y goce mutuo.
El vudú es una religión muy interesante para toda la familia, incluso para los miembros que están muertos.
En la vida conyugal, la pareja unida no tiene que formar más que una sola persona moral, animada y gobernada por el entendimiento del hombre y por el gusto de la mujer.
La familia es base de la sociedad y el lugar donde las personas aprenden por vez primera los valores que les guían durante toda su vida.
La familia es el castillo del que partimos y nuestro último reducto. Cuando se se quiebra, caemos en la despersonalización más absoluta.
La familia está como el bosque, si usted está fuera de él sólo ve su densidad, si usted está dentro ve que cada árbol tiene su propia posición.
La familia está llamada a ser templo, o sea, casa de oración: una oración sencilla, llena de esfuerzo y ternura. Una oración que se hace vida, para que toda la vida se convierta en oración.
La fantasía, aislada de la razón, sólo produce monstruos imposibles. Unida a ella, en cambio, es la madre del arte y fuente de sus deseos.
La muerte es ese amigo que aparece en las fotografías de la familia, discretamente a un lado, y al que nadie acertó nunca a reconocer.
La paz y la armonía constituyen la mayor riqueza de la familia.
La vanidad puede estar unida con un bien natural, pero la envidia supone siempre perversidad en el corazón.