Después de la propia sangre, lo mejor que el hombre puede dar de si mismo es una lágrima.
Desventurado el hombre que no tiene quien le amoneste cuando tiene necesidad de ello.
Dios creó al hombre a su imagen significa, probablemente, que el hombre creó a Dios a la suya.
El abandono en dios es un don y al mismo tiempo, la mayor manifestación de la libertad del hombre.
El ajedrez constituye un medio eficaz para la educación y formación del intelecto del hombre.