Jamás hacen el amor el sábado por la noche. Pues, si llovería el dómingo,ya no sabrían que hacer.
La culpa la tiene sólo el tiempo. Todos los hombres se tornan buenos, pero ¡tan despacio!
La libertad es como la vida, sólo la merece quien sabe conquistarla todos los días.
La mujer adora al hombre igual que el creyente adora a Dios; pidiéndole todos los días algo.