A quien lucha y suda, la suerte le ayuda.
A quien se aventura, dios le ayuda.
Al que madruga, dios lo ayuda.
Aquí no es bueno el que ayuda si no el que no jode.
Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no te consideres obligado a llevársela.
Ayuda al niño que te necesita, ese niño será socio de tu hijo. Ayuda a los viejos, y los jóvenes te ayudarán cuando lo seas. Además, el servicio es una felicidad segura, como gozar a la naturaleza y cuidarla para el que vendrá. Da sin medida y te darán sin medidas.
Causa mucho mejor efecto que los demás descubran tus cualidades sin tu ayuda.
Dios ayuda al marinero en la tempestad, pero el marinero debe estar al timón.
Dios ayuda, a los que se ayudan.
Dios no habría alcanzado nunca al gran público sin ayuda del diablo.
El dinero no da la felicidad, pero ayuda.
El hombre sólo puede alcanzar el conocimiento con la ayuda de quienes lo poseen. Esto debe ser entendido desde el principio. Uno debe aprender de los que saben.
El que acaba primero, le ayuda a su compañero.
El que pudiendo no favorece al que está en peligro, ayuda a matarlo.
El sentido del humor es el que ayuda a sobrellevar a los otros cinco.
El trabajo ayuda siempre, puesto que trabajar no es realizar lo que uno imaginaba, sino descubrir lo que uno tiene dentro.
El uso de las facultades que me concedió la naturaleza es el único placer que no depende de la ayuda de la opinión ajena.
Hombre mezquino, no pida ayuda a su vecino.
Huye del vino, pero ayuda al borracho.
Inopinadamente la casualidad vino en mi ayuda.
La destreza ayuda en todo, pero no basta para nada.
La educación ayuda a la persona a aprender a ser lo que es capaz de ser.
La fortuna ayuda a los valientes.
La practica espiritual nos ayuda a movernos de la identificación con el ego a la identificación con el alma. La vejez hace eso por ti. Espiritualiza a las personas naturalmente.
La teología nunca ha sido de gran ayuda, es como buscar, a medianoche y en un sótano oscuro, a un gato negro que no está ahí.