El hombre que condiciona su felicidad al cumplimiento de un objetivo se hace esclavo de éste.
El hombre todo lo perfecciona en torno suyo; lo que no hace es perfeccionarse a sí mismo.
El mas tacaño de los hombres hace una excepción al tratarse de ayudar a alguien con palabras.
El matrimonio es al amor lo que el vinagre al vino. El tiempo hace que pierda su primer sabor.
El matrimonio es una cadena tan pesada que para llevarla hace falta ser dos, y a menudo tres.
El peso del ladrillo lo hace bailar como un hada por encima y quejarse por abajo.